El filósofo italiano y parlamentario europeo, creador del “pensamiento débil”, comparte su visión sobre los medios, la ciudadanía y los gobernantes.
Por Daniel Rojas Arboleta, El Colombiano
La sonrisa está siempre presente en el rostro lleno de años de Gianni Vattimo, filósofo italiano que concibe el camino hacia la libertad y la emancipación del hombre como un recorrido en el que la violencia siempre deja una marca, pero una cada vez menos visible.
En la posmodernidad encontró el flujo de ideas que le permitió dinamizar su
forma de ver la vida y compartirla con el resto del mundo. Valora la
interpretación sobre la lógica y el comunismo y la homosexualidad hacen parte
de su esencia. "No soy un gran estadista" -sostiene- soy un simple
filósofo y parlamentario". Y con esa advertencia repleta de humildad tumba
la barrera de los formalismos y da inicio a la conversación.
¿En qué hechos se ve reflejado ese respeto por la diferencia que, según
usted, trae la posmodernidad?
"El problema de la tolerancia está ligado al de la pobreza, pues uno es
más intolerante en cuanto menos puede disponer de no tener miedo a perderlo
todo. En la crisis económica europea se intensifica el sentido de guerra entre
los pobres, la gente que teme perder su trabajo y su salario. Hay una condición
económica básica que nos hace humanos, pero cuando tengo que luchar como un
animal para sobrevivir difícilmente soy tolerante y humano".
Surge un riesgo mayor de que se generen conflictos...
"Un sociólogo francés al que admiro, Alain Touraine, habló de
la adopción de un lenguaje de tipo militar en la sociedad, usando frases como
‘hay un ataque al euro’ para referirse a la especulación internacional, como si
fuera una fortaleza. Se usan palabras como defensa, ataque, estrategias. Pero,
en lo que concierne al continente, la Unión Europea ha hecho mucho desde la
Segunda Guerra Mundial para reducir las amenazas de guerra en el continente. Me
da un poco de esperanza que muchas guerras que se pelearon con armas,
devinieron en guerras entre bancos, que se absorben entre sí, por lo que son
menos sangrientas (risas), aunque tienen efectos sobre la vida de los
ciudadanos".
¿Qué retos trae la posmodernidad a los ciudadanos?
"El reto de no dormirse. Karl Marx habló de la teoría de
la revolución, según la cual el proletariado descubre que está siendo
expropiado de todo, hasta reventarse. Aunque cuando Marx vivía no había
televisión, pero los medios hoy ejercen una función de pacificación al
persuadirte de que todo en el mundo va bien. Recientemente vivimos en la
historia italiana la hegemonía del exprimer ministro Silvio Berlusconi y
de una clase dirigente muy poderosa a nivel económico pero no educada
políticamente, que fundó su fuerza sobre esta función somnífera de los
medios".
¿Y a los gobernantes?
"Cuando hablo de los gobernantes soy básicamente un liberal, pues creo que
ellos deben abrir espacios y eliminar barreras, reducir desigualdades, pero no
sé si el liberalismo es suficiente para ello, pues el liberalismo es una
actitud de hacer lo que se cree. Hay que reducir las desigualdades naturales,
empezando por las físicas, tratando de poner a quien tenga defectos físicos en
condición de compartir la vida y competir con los otros. También en cuanto a
las oportunidades. Cuando yo iba a la escuela tenía un compañero, hijo de un
señor rico, que hablaba inglés y alemán, mientras yo hablaba solamente
italiano. Eso era una desigualdad, pues yo no tenía las mismas posibilidades de
aprender las lenguas".
¿Cómo construir entonces ciudadanía en época de austeridad?
"El problema europeo es el de sobrepasar las divisiones antiguas y
obsoletas, incluso las nacionales. Yo soy partidario de la UE. Por un lado, me
gusta que Italia reduzca su propia soberanía nacional a favor de la Unión, pero
por el otro veo una soberanía europea no muy democrática. Me interesa
desarrollar un Gobierno europeo con suficiente control de los ciudadanos. Creo
en la figura comunista de los soviets, es decir, desarrollo económico técnico
con un continuo control popular. Obviamente, al pensar en como realizarlo, no
se puede pensar en una revolución violenta de los pobres en contra de los
ricos, no porque yo esté en contra de la violencia sino porque los ricos son
más fuertes. Hay que encontrar formas de participación política intensificando
el uso de las redes sociales para intensificar la formación del juicio, de la
opinión política, de la clase dirigente, un proceso amenazado por la
comunicación universal y niveladora".
¿Cuál cree que es el papel de los medios y las redes sociales en nuestros
días?
"Se trata de tener suficiente multiplicidad, pues las fuerzas económicas
tienden a organizarse en oligopolios y monopolios y la opinión pública y los
medios tienen el mismo problema, por lo que me parece muy importante defender
una multiplicidad de perspectivas. Por ejemplo, en Italia, sólo después de la
salida de Berlusconi se pudo hablar de una efectiva libertad de prensa, en el
sentido de que hay diversidad de voces, pues la base de la libertad son las diferencias,
poder elegir".
La democracia busca espacio en países árabes que han sufrido procesos
históricos sangrientos. ¿Cómo abordar la justicia allí?
"En Italia decimos que no se puede hacer la tortilla sin romper los
huevos. Las transformaciones sociales radicales no pasan sin cierta utilización
de la fuerza. En ese sentido, hay que ser realistas y humanos, es decir, saber
que el conflicto es la base incluso de las sociedades liberales. Sin conflicto
no hay debate ni desarrollo, pero se trata de arreglar los conflictos sin
imponer una disciplina demasiado estrecha. Por ejemplo, toda la lucha en contra
del terrorismo que hace Estados Unidos envuelve una multitud de reducciones a
las libertades privadas, pero no se trata vender la libertad para comprar seguridad,
(risas). Sin embargo, cada vez que voy a Estados Unidos, encuentro más
obstáculos y controles".
Diría uno que funcionó poco en Egipto y Libia y que Siria paga con sangre...
"Creo que en Egipto hubo un efectivo movimiento popular que no se sabe aún
cómo termina, pues aunque eligieron Presidente hay una tradición de dominación
por parte de los militares que no creo que acepten un cambio democrático tan
radical. En cuanto a Siria, aunque no estoy a favor del presidente Bashar
al Assad, pero toda esta fuerza bastante repentina de la oposición me
parece manipulada del exterior, y espero que no terminen haciendo allí lo que
se hizo con Libia, en donde para defender a los civiles mataron a muchos de
ellos".
¿Qué esperar en Irak y Afganistán tras el retiro de las tropas de Estados
Unidos?
"La política actual ha sido dominada por la cuestión de sobrepasar las
soberanías nacionales, lo que en principio es bueno, pero este poder
internacional tiene poco de internacional, pues aunque en la ONU hay una
oposición ejercida por China y Rusia, los otros bailan al son del poder
económico. El prestigio de la democracia formalmente organizada tiene un
problema de conciencia, pues creo que la explotación sigue presente bajo
diferentes formas de Gobierno que se basan en la paz, pero la paz puede ser la
paz de los cementerios, con muchas muertes. Cuando se unifica el orden
internacional sólo se crea terrorismo. Los que eran enemigos devienen en
terroristas que están en contra del orden. El ideal de una república cosmopolítica,
como decía Immanuel Kant, es bueno, pero es difícil articularlo con
diferencias y tradiciones locales".
¿Y cómo viven ese proceso las historias tumultosas de América Latina?
"Aquí hay que utilizar las diferencias culturales para construir modelos
de convivencia diferentes a los anglosajones, que han dominado por años. Soy
partidario del futuro de Latinoamérica y me parece interesante cuando se piensa
en ella como el futuro de la nueva Europa, un continente que está en peligro de
ser golpeado por grandes estados como China, India y E.U., y nosotros no
tenemos la fuerza para constituirnos en otro polo en el diálogo internacional.
Creo que como A.L. tiene tradiciones similares a las de Europa mediterránea
puede convertirse en un punto de referencia para crear en el mundo el polo de
resistencia a los mayores estados".
PROTAGONISTA
Nacido en Turín
en 1936, Gianni Vattimo vivió la época de los nacionalismos y el enfrentamiento de modelos
sociales de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Estudió Filosofía y
tuvo entre sus maestros a los filósofos Luigi Pareyson, Hans-Georg Gadamer y
Karl Löwith. En su pensamiento se nota también la influencia de Friedrich
Nietzsche y Martin Heidegger. Fue decano de la Facultad de Letras y Filosofía
de la Universidad de Turín y profesor visitante de las Universidades de Yale,
Los Ángeles, New York University, entre otras. Doctor Honoris Causa por la
Uned, España; la Universidad de Palermo y la Universidad de La Plata, ambas en
Argentina.
ANÁLISIS
América Latina, centro de
poder alternativo
América Latina ha ganado en cohesión y se ha fortalecido económicamente, al
punto que Brasil constituye hoy una referencia para Europa, para que el
continente no sea totalmente americanizada, pues aunque los estadounidenses son
simpáticos hacen una política que no es exactamente de celebrar. Yo veo a A.L.
como un lugar de poder alternativo al poder tradicionalmente dominador del
mundo actual, que es Estados Unidos. Por ejemplo, la postura frente a Irán
asumida por Brasil desde que fue elegido como presidente Luiz Inácio Lula da
Silva, quien empezó a dialogar con el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad,
mostró que Latinoamérica puede hacer una labor de mediación entre dos mundos
opuestos, lo que depende mucho de los Gobiernos de la región. Confieso que soy
chavista y eso escandaliza a mucha gente, aunque no podría decir si el proyecto
chavista funcionó hasta ahora, a pesar de que conozco un poco Venezuela. Pero
he visto de cerca las misiones sociales y me parecieron muy innovadoras, en el
sentido de que compromete a los ciudadanos a ayudar a la transformación del
país sin destruir la burocracia. Son como grupos de ayuda voluntaria a la
organización del Estado en la salud, la educación, etcétera.
En los países hay siempre una acción de educación que se mueve hacia el pueblo
y que hace sufrir un poco a las clases dirigentes tradicionales que, en el caso
de Cuba y Venezuela, lo ven como una agresión de tipo totalitario. Cuba, para
mi, ha sido el gran ejemplo de resistencia, con mucho sacrificio e
impopularidad del régimen, por fenómenos como la falta de medicamentos y
mercancías. La isla ha sido un punto de referencia de posibilidad de
resistencia, aunque no ha cambiado mucho el marco de la región, pero creo que
el gobierno de Hugo Chávez no hubiera podido hacer nada sin ese referente en el
horizonte. Soy chavista y castrista; muchos dirían que soy lo peor".
PARA SABER MÁS
EUROPA ANALIZÓ LOS DERECHOS BÁSICOS EN
COLOMBIA
Gianni Vatimmo se refirió al tema del TLC
entre Colombia y la UE, cuyo proyecto de ley fue aprobado en tercer debate el
pasado 8 de mayo en la Comisión Segunda de la Cámara en Colombia, y está a la
espera de un último debate. En Europa, el tratado fue aprobado en diciembre del
año pasado.
"El Parlamento Europeo siempre tuvo la intención de supeditar la
aprobación del TLC con la conquista de algunos derechos básicos en Colombia,
que está a mitad de E.U. y Latinoamérica, por lo que tiene muchas presiones. Eso
hace más urgente que el pueblo participe más en política", dijo.
EN DEFINITIVA
La coyuntura histórica que vive el mundo
plantea grandes retos a ciudadanos y gobernantes, que tienen una oportunidad de
oro para reducir las desigualdades, según el filósofo Gianni Vattimo.
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