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venerdì 26 aprile 2013

Governo Letta, Italia divisa

Il video della trasmissione di La7 "Otto e Mezzo" del 25 aprile. Ospiti: Gianni Vattimo, Alessandro Sallusti e Beppe Severgnini. Conduce Lilli Gruber.

                                                    Fonte: YouTube/La7

giovedì 25 aprile 2013

L'opposizione perduta di Vendola nell'Italia colonizzata

di Gianni Vattimo,  Il Fatto Quotidiano



Sento Vendola in un talk show televisivo (Ballarò, credo) che ricostruisce le tappe della vicenda che ha portato alla rielezione di Napolitano e al nuovo governo di destra che incombe su di noi. Tutto giusto, soprattutto la tesi (credo di averla scritta anch’io, con mesi di anticipo su Vendola) che la situazione attuale è figlia dello Ur-golpe napolitaniano del 2011, quando non si rimandò il governo Berlusconi alle camere e se ne contrattarono (a che prezzo? Stiamo ancora scoprendolo) le dimissioni per creare il governo dei tecnici.

mercoledì 13 marzo 2013

Anche Cristo si dimetterebbe

Intervista a Gianni Vattimo di Gianni Carta, CartaCapital
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Appassionato lettore di Nietzsche e Gramsci, il filosofo Gianni Vattimo ha scritto diversi libri sulla religione, come Il futuro della religione. Carità, ironia, solidarietà (Garzanti, 2005). Secondo Vattimo, dimettersi “è una delle cose migliori che un papa può fare” perché la Chiesa cattolica deve recuperare senso cristiano.

CartaCapitalHa detto che la rinuncia del papa è stata un affare italiano. Perché italiano?
Gianni Vattimo: Italiano nel senso che, purtroppo, una grandissima parte delle questioni che riguardano il pontefice e che verosimilmente sono entrate in gioco nella sua decisione di rinunciare sono italiane. Tutte le notizie di Vatileaks, incluse quelle sulla banca vaticana, riguardano la Chiesa cattolica in generale ma hanno le loro radici a Roma. Inoltre, l’affare è soprattutto italiano perché tutto è successo in Italia.

mercoledì 20 febbraio 2013

Elezioni, Vattimo: “Un voto di resistenza antimontiana”

18/02/13, Micromega

colloquio con Gianni Vattimo di Rossella Guadagnini


Gianni Vattimo
Il countdown è cominciato. La settimana che manca al voto significa per i partiti l’ultima occasione per rafforzare le proprie posizioni, conquistare gli indecisi, contrastare la spinta all’astensionismo. L’incognita del Senato pesa come un macigno sulla formazione del futuro governo. Nella convulsa campagna elettorale cui abbiamo finora assistito due sono le novità: Beppe Grillo con il M5S e Antonio Ingroia con Rivoluzione Civile. E il resto? E’ noia, secondo il filosofo Gianni Vattimo, che spiega a MicroMega come sulle politiche economiche ci sia ben poco di diverso tra le proposte di Bersani e quelle di Monti. Per scongiurare un futuro di conflitti sociali, avvisa l’europarlamentare Idv, serve una forte affermazione delle componenti della sinistra, a partire da Rivoluzione Civile.


Destra e sinistra: qualcuno sostiene che siano concetti obsoleti, non più in grado di descrivere la realtà, specie per i giovani.

La differenza tra destra e sinistra è l’unica cosa in cui possiamo ancora credere. Destra e sinistra oggi sono più vive che mai e si vede benissimo. La destra, in questo momento, significa Europa, Monti, banche e messa in ordine dei conti. Uno schieramento che domina perché ha il controllo dei media. La sinistra, invece, significa più politica sociale, meno disuguaglianze, sostegno ai diritti civili e una patrimoniale seria. Il patto con la Svizzera per il rientro dei capitali, noi non l’abbiamo fatto. L’hanno fatto Inghilterra e Francia, tassandoli al 20 per cento. La destra ha una natura darwiniana e razzista: vuole usare le differenze naturali per lo sviluppo. La sinistra vuole correggere le differenze naturali in modo che tutti possano competere cominciando dallo stesso livello. 

giovedì 29 novembre 2012

"Sólo un comunismo débil puede salvarnos"


La Vanguardia, 29 novembre 2012
Intervista a Gianni Vattimo
di Vìctor-M. Amela


De verdad es comunista?
¿Qué otra cosa se puede ser, tal como van las cosas?

El comunismo dejó 70 millones de muertos...
No fue el comunismo.

¿Qué, entonces?
El industrialismo. Lenin propuso electrificación más sóviets, es decir, control popular..., ¡pero el control popular se esfumó!

¿Y qué quedó?
El industrialismo: Stalin impuso el desarrollo de la industria pesada contra el agro, y de ahí los desplazamientos de poblaciones, los sacrificios, muertes... ¡Un sueño loco!

Un horror.
Pero... sin aquella fuerza industrial estalinista, ¡los nazis hubiesen ganado!

lunedì 11 giugno 2012

Feria del libro de Madrid

71ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Gianni Vattimo inaugura el especial de EL PAIS: "Solo una guerra o revolución podrían cambiar la clase política" 

El filósofo italiano Gianni Vattimo ha inaugurado esta mañana la cobertura especial que hará EL PAÍS de la 71ª Feria del Libro de  Madrid. Lo ha hehoc a través de un chat con los lectores, en un homenaje a Italia como país invitado a la cita madrileña. 

Los internautas preguntan a Gianni Vattimo

profespa

1. 25/05/2012 - 12:13h.
¿Cómo podría Italia librarse de esa clase política corrupta que no sabe renunciar a sus privilegios? ¿No le parece que hay una ruptura insalvable entre la casta política y el pueblo?
El problema es que la política es como la describía Aristóteles: si tenemos que filosofar filosofamos. Y la política está así. Soy una parte pequeña y extranjera de la clase política. No veo muy bien cómo se puede sin una revolución o una guerra. La historia ha demostrado que estos hechos necesitan de cambios radicales. El problema es quién va a hacer esto. No me gusta lo que hace Monti, es un hombre más de la banca. Pero cómo sustituimos a los políticos actuales? La cuestión es complicada porque en tiempo de crisis de la democracia no hay manera constitucionales de cambiar la constitución sin hacer referencia a la clase política existente. No veo muchas posibilidades de este tipo. Se trata de preparar una nueva ley electoral, con algunos movimientos de masas. Preparar un nuevo parlamento de acuerdo a las exigencias del país. La única esperanza es esta posibilidad de trabajar un poco al interior de las instituciones, no todos son corruptos. Escuchar a los movimientos de calle, una activación de las masas aunque no sea violenta.
 

Juan C. Santos

2. 25/05/2012 - 12:16h.
¿Y si la Democracia fracasa?¿Y si los ciudadanos han perdido el control sobre la política? ¿Es la rebelión la solución?
Se trata de producir revoluciones. Creo que desafortunadamente tenemos que trabjajar mucho para reactivar la política. La mala reputación de los políticos es justificada. No es una invención de los medios de comunicación, y todo esto esconde otras corrupciones. No todo es responsabilidad de la clase política, hay otros poderes que usan la mala fama de la politica para limitar la democracia.
 

Michel Lugo

3. 25/05/2012 - 12:24h.
Existe el desencanto en política. ¿Y en filosofía? ¿Alguna vez lo ha sentido?
Sí. Creo que el desencanto aqui es básicamente porque los fundamentalismos son violentos. La busqueda de verdades absolutas. Esa busqueda es una actitud de violencia. Eso no singifica que la filosofía no tenga nada más que filosofar. Yo intento responder a esto con el pensamiento débil, que es esa tentativa de responder a a ese desencanto elaborando una via para salir de la violencia. Hay un contenido de la filosofia después de la metafisica, elaborar un discurso mas interpretativo y menos obejtivista, con menos pretensiones de corresponder a una realidad innegable.
 

alexanxo

4. 25/05/2012 - 12:28h.
Usted que es un gran conecedor de nietzsche, ¿ que cree que pensaria de esta epoca que nos ha tocado vivir?.gracias.
Nietzsche sería un filósofo adecuado para esta época, no como exacerbación de la vioencia y el poder. El escribió una vez que ahora que Dios ha muerto queremos que vivan muchos dioses Era una posicion de pluralismo cultural. Ser fuertes en una perspectiva de vida. El superhombre no quiere decir el líder de las bandas criminales, sino una persona capaz de interpretar el mundo actual. Tenemos que crear una acitud más individual y característica. Es una buena manera de indicar el camino de la autenticidad. tiene que devenir un sujeto responsable en un mundo pluricultural. Ahora que no hay verdades absolutas hay que tener caridad.
 

Magaly

5. 25/05/2012 - 12:33h.
Cree VD. que la desigualdad entre ricos y pobres, a nivel planetario, tiene visos de corregirse en este siglo?
No lo tiene. Si no se corrige esta diferencia excesiva puede derivar en cuestiones indeseadas. El problema no se reduce a asumir una pérdida de condiciones de vida. Por ejemplo, el día que todos los chinos tengan coche vamos todos a morir porque no habrá gasolina suficiente. Hay que evolucionar en aspectos tecnológicos. Es problema de desarrollo tecnologico y presencia democrático. Hay que desarrollar métodos alternativos. Lenin tenía razón como algo mixto un conjuto de desarrollo tecnológico y presencia fuerte de democracia política, de participación popular en la política.
 

ALS

6. 25/05/2012 - 12:36h.
¿Sigue teniendo sentido la presencia de la filosofía como asignatura específica y común en los planes de estudios de la enseñanza secundaria (Bachillerato en España)?
Es muy importante que esa asignatura permanezca. Me gustaría que hubiera una discplina para todas las carreras. Sin filosofía no hay democracia. Donde no hay una cultura filosófica muy desarrollada ni pensamiento crítico la conciencia política se pierde en la tecnicidad. La tendencia a susttuir la filosofía por asignaturas más prácticas y ténicas es una tendencia al suicidio. La tecnología por sí solo no lleva a nada. NO discute la técnica.
 

José Manuel López García.

7. 25/05/2012 - 12:46h.
¿ El método de la metafísica conduce a una visión violenta del mundo o quizás debería ser llamada violencia semántica?
El problema es que la metafísica como idea es una estructura que se puede conocer como causa primera. Todo esto es una idea de las clases dominantes. El establecer diferencias entre los que saben y no saben. No se trata de inventar formas de saber. Hay que tomar la palabra. Walter Benjamin dice que lo importante es dar la palabra a los que han sido silenciados a lo largo de la Historia. Se trata de desarrollar la filosofía como diálogo subjetivo. No decimos que nos ponemos de acuerdo porque hemos encontrado la verdad, pero podemos decir que encontramos la verda cuando nos ponemos de acuerdo. Es la negociacion entre grupos. La filosofia se desarrolla en ese sentido y así es como podrá tener un sentido útil para la sociedad.
 

Mensaje de despedida

Muchas gracias por las preguntas tan interesantes. Lamento no haber contestado más, pero he tratado de dar unas respuestas un poco más largas. Un saludo a todos

«Più eguaglianza e amore per il prossimo»

L’appello del filosofo torinese Gianni Vattimo al festival letterario “Leggendo Metropolitano” di Cagliari

La Nuova Sardegna - Sassari, 8 giugno 2012. Di Walter Porcedda

CAGLIARI. Attorno al tempo. E alla sua percezione. Mutevole a seconda dell'epoca e del livello di tecnologia. La definizione cambia in base all'evoluzione umana. Del sapere e del benessere. Così ha raccontato ieri sera in via Santa Croce il filosofo Gianni Vattimo a "Leggendo metropolitano" il festival letterario fino a domenica in Castello. Per afferrarne l'intimo significato e trovare una definizione negli anni Duemila, – dice il filosofo – non occorre «risalire ad Aristotele o Sant'Agostino. Ma si può partire da Kant ed Hegel. Nel loro pensiero troviamo la chiave per capire molte cose della nostra epoca. In Kant il tempo è una delle forme con cui apprendiamo il mondo. Hegel usa invece l'espressione "spirito del tempo" per significarne la storicità stessa. Da qui la riflessione su come ci rapportiamo nei confronti di velocità, produttività e persino nell'investimento dei denari. Insomma: la velocizzazione o la perdita del senso della temporalità spingono in direzione di una più astratta regolata da coordinate matematiche e diverse possibilità tecnologiche. Esiste anche una temporalità che riguarda chi lavora alla catena di montaggio. Questa tende a consumare il tempo vissuto riducendolo a quello delle macchine. Quindi: cos'è il tempo? Non ne conosciamo la risposta ma sappiamo come è condizionato e vissuto nella nostra era storica».
–Esiste oggi, un diffuso sentimento di paura proprio per il nostro tempo, causato dalla crisi economica che in Europa investe milioni di persone.
«Ne sono consapevole. Bisognerebbe capire come modificare questo stato. Per metà la crisi è enfatizzata da quei mass media interessati a modificare delle situazioni. A cambiare governi come costringere la Grecia a ridurre il debito. Metà delle ansie dipende dalle decisioni politiche di chi governa le banche e i mass media per ridurci alla ragione riportando la disciplina. Così si aboliscono l'articolo 18 e rendono più facili i licenziamenti, costringendo ad accettare cose che la gente non avrebbe mai sottoscritto in condizioni normali».
– L'appello di molti governi europei è di pagare i debiti e stringere la cinghia. Lavorare di più mentre i salari restano bassi e il potere d'acquisto scompare.
«Sono tanti i patrimoni che potrebbero essere tassati. Inglesi e tedeschi hanno fatto un accordo con la Svizzera perchè i depositi stranieri nelle loro banche paghino il 20%. Qui tornano capitali tassati del 5%, cioè niente. Abbiamo un governo che si finge tecnico ma in realtà è di destra e vuole modificare le leggi a favore della proprietà contro deboli e classi popolari».
– Parlando della lotta No Tav, mesi addietro, ha detto che il governo Monti era paragonabile a quello Tambroni, dei Sessanta. Non le sembra eccessivo come paragone?
«Forse sì. Nel senso che Tambroni era attivamente sostenuto dai fascisti. Ma ora il governo Monti è quello delle destre che con l'arma del terrorismo economico e mediatico ha ottenuto anche l'appoggio del Pd».
– Uno slogan del ’68 parigino recitava "Siamo realisti vogliamo l'impossibile". Essere antirealisti sostiene, è forse l'unico modo di essere rivoluzionari.
«Il governo Monti è composto da realisti che dicono: le cose stanno così: o mangi questa minestra o salti la finestra. Non si domandano perché le cose stanno in questo modo e come si possono cambiare. C'è un ordine capitalistico internazionale del quale siamo totalmente sudditi. Varrebbe la pena di mettersi d'accordo con altri per rivoltarsi un po'… Invece continuiamo ad applicare quelle norme come se fossero la realtà e non scelte precise. Il sociologo Luciano Gallino spiega bene questa logica. E' la stessa della Thatcher che sosteneva come l'unico modo di produrre ricchezza e distribuirla sia il capitalismo. Finora non facciamo altro che produrre per arricchire gli stessi capitalisti».
– Con il pensiero debole negli Ottanta ha contribuito a decretare la fine delle ideologie. In "Della realtà" , il suo ultimo libro, ingaggia un corpo a corpo con il New Realism.
«Se c'è una teoria filosofica amica dell'emancipazione è quella che si propone di ridurre la violenza in tutte le forme. A cominciare da quella di chi, sostenendo di conoscere i principi economici li vuole imporre agli altri. Questi "professori" saranno pure onesti, _ personalmente ho la massima stima per Monti _ ma servono un sistema di cui conoscono bene i meccanismi».
– Perché un giovane dovrebbe studiare filosofia, materia che alcuni vorrebbero eliminare per dare più spazio a matematica e tecnologie.
«Senza le scienze umane si diventa automi. Vogliono fare di noi delle macchine più efficaci? Sapere di più per fregare meglio cinesi e indiani? Dobbiamo invece studiare per vivere meglio. Fortunatamente le scienze umani sono inutili. Ascoltare Beethoven od occuparsi del proprio gatto non serve a nulla ma sono cose che ci rendono felici. Perché mai dovremo rinunciarvi?»
– Ha ancora senso parlare di differenze tra destra e sinistra.
«Certo. Io sono sempre stato di sinistra. La Destra utilizza le differenze naturali per produrre e incrementare il Pil, la Sinistra invece vuole correggerle perchè tutti possano competere come sono. Non per niente la Destra è sempre stata tendenzialmente razzista. Perché deve partire dalle differenze senza negarle ma anzi sfruttandole. Tu sei più intelligente, sarai pagato di più degli altri... Bene, io vorrei correggere tutto questo per ragioni di giustizia, eguaglianza. E per amore del prossimo».

domenica 10 giugno 2012

Vattimo: «In Italia ci vuole una rivoluzione»

In visita a Buenos Aires per presentare il suo nuovo libro, il filosofo ed eurodeputato indica le sinistre dell’America Latina come un modello democratico da cui imparare, anche se portano i riti indigeni al massimo livello dello Stato e frenano lo sviluppo per salvar la terra. Poi, propone di cacciare i «vecchi ruderi» dall’Italia e spera nel comunismo in molti paesi. Su chi conta per farlo? I giovani appassionati alla politica: «Sono i tratti di una rivoluzione che nasce»

Pangea News - America Latina quotidiana, 19 maggio 2012. Di Filippo Fiorini


Buenos Aires – Quando si parla di Gianni Vattimo le cose più importanti da sottolineare sembrano essere la sua fama e la sua eccentricità. In favore della prima, si è soliti elencare titoli accademici e cariche onorifiche, mentre, per convincere della seconda, normalmente basta dire che è comunista, cattolico e gay al tempo stesso. Tuttavia, conoscere Gianni Vattimo di persona comporta un’altro genere di esperienza: uomo dallo sguardo curioso e il maglioncino tradizionale, in lui l’umiltà spicca sull’anticonformismo, e il desiderio di divertirsi assieme ai suoi interlocutori, vince invece il compito di rivelare loro una qualche verità filosofica, che il mestiere gli impone.
«Sono venuto a presentare il mio ultimo libro. Presentare significa far vedere, perchè ho con me solo questa copia. In ogni caso, se qualcuno ha una pennetta USB gli posso copiare il file in pdf». Così il filosofo ed eurodeputato italiano ha introdotto ieri al pubblico di adolescenti, donne serie ed anziani pensatori che lo aspettava alla Fiera del Libro di Buenos Aires, il suo nuovo lavoro intitolato Della Realtà, in cui si raccolgono e si aggiornano due cicli di lezioni sul Pensiero Debole, dettati qualche anno fa in Scozia e in Francia. Poco prima di salire sul palco, Vattimo ha però voluto dare a Pangea News la sua lettura su alcuni dei principali temi della politica mondiale, con un occhio di riguardo alle sinistre.
Essere in America Latina nel 2012 ci obbliga a parlare di grandi sinistre al potere. Ci spiega perchè queste fanno fatica a trovare i giusti successori ai leaders che le hanno fondate? Perchè i governi neoliberali o addirittura le dittature militari, con tutti i loro fallimenti, sono sempre riusciti a sostituire con facilità le loro figure di comando?
È normale che i sistemi tradizionali siano più facili da proseguire. Non hanno bisogno di capi carismatici, perchè non propongono alcuna trasformazione. Il capo carismatico può essere un rischio, perchè in Europa a volte è stato un segnale di perdita di fiducia nella democrazia rappresentativa, tuttavia, in un processo innovatore ha un ruolo fondamentale nella rottura della continuità politica esistente. Paradossalmente, in Italia abbiamo avuto Berlusconi che, come capo carismatico di destra ha rotto la continuità con il vecchio sistema, ma lo ha fatto in un modo molto poco ammissibile. Salvador Allende, al contrario, è stato in Cile un esempio positivo e fu parte di quello che potremmo chiamare un processo democratico normale.
Ecco, parliamo di democrazia. Con l’arrivo di Evo Morales al potere in Bolivia, gli indigeni hanno ottenuto un ruolo politico che per numero meritavano da secoli. Con loro è arrivata però anche la ritualità pubblica, l’esaltazione dell’ultraterreno ed il misticismo. Lei crede che lo Stato debba essere assolutamente laico o questa è solo una categoria di giudizio tipicamente europea?
Io sono sempre stato nemico del principio di identità nazionale, tuttavia, se questa identità funziona come elemento di trasformazione sociale contro un dominio e contro i dominatori, allora ben venga. La religione può essere inserita in questo discorso sull’identità, assieme a tutti gli elementi non razionali che compongono un tessuto sociale. Si, lo Stato dovrebbe essere assolutamente laico, ma questo non significa che non si possa mai nomimare il padreterno o la pacha mama, ma che si deve permettere l’esistenza di tutti i culti, siano essi i protestanti o i feticisti.
La Pacha Mama è il centro di uno dei grandi dilemmi della sinistra latinoamericana: da un lato ci sono gli indigenisti e gli ambientalisti, che chiedono un maggior rispetto per la natura, mentre dall’altro..
Ci sono gli industrialisti.
Si, esatto, che rispondono: «Abbiamo grandi classi sociali che sono state escluse per anni dalla distribuzione della ricchezza, adesso non chiedeteci di frenare lo sviluppo». Lei ha qualche proposta per risolvere il problema?
Magari ce l’avessi. Credo che non esista un principio assoluto, ma ho più simpatia per gli anti-sviluppisti. In Europa le cose vanno molto male sotto questo punto di vista, c’è un progressivo oblio della natura. Le risorse sono un problema centrale e l’industrializzazione cieca non può che portare nuovamente alle stesse situazioni che oggi per l’Europa sono un problema. Io vengo in America Latina e chiedo: Voi cosa ci proponete? Questo va al di là delle questioni economiche e ambientali, perchè anche la democrazia cubana è un’invenzione latinoamericana. Si tratta di un sistema fondato su maggiori e migliori relazioni tra comunità locali, per esempio, per fare le liste elettorali, si riuniscono le comunità di quartiere.
Assomiglia un pò al primo comunismo jugoslavo...
Si, esatto, all’inizio la cosa funziona, ma la domanda è: può durare? Lo stesso Papa in un’enciclica ha detto una cosa che mi ha fatto incazzare parecchio, ha scritto: «Le prime comunità cristiane erano comuniste, poi naturalmente tutto è finito», ma come “naturalmente”? È naturale che queste cose finiscano? Il punto è che il comunismo in un solo paese è molto difficile da mantenere, in molti paesi sarebbe diverso.
In diverse democrazie latinoamericane attuali, per esempio in quella argentina, i giovani partecipano attivamente alla vita politica e alla politica di partito. Le grandi manifestazioni sono a favore dei governi, invece in Europa..
Succede l’esatto contrario.
(foto: LMontalto Monella/PangeaNews)
Si, le proteste sono contro i governi e, anche se i giovani partecipano alla politica con la stessa passione, lo fanno in piccoli gruppi spesso in scontro tra loro. Lei ha dato una definizione molto chiara del ruolo sociale che ha la repressione del dissenso, che cosa pensa delle manifestazioni di consenso?
Credo che abbiano i tratti iniziali delle rivoluzioni. Non credo per esempio che le grandi manifestazioni a Cuba siano imposte dal governo. Immaginiamo il contesto in cui una grande rivoluzione sociale è anche una lotta nazionale contro lo straniero. Ci sono le ovvie condizioni per un consenso di massa. Potrebbe essere così anche in Europa, dove ci sono basi americane su tutto il territorio e imposizioni del capitalismo straniero. Tuttavia, facciamo fatica a fare governi veramente di sinistra. La situazione storica è diversa, per esempio, per il fatto che i movimenti di destra sono sempre stati nazionalisti, adesso il sentimento nazionale, che io continuo a deplorare, viene rigettato o accettato con freddezza. Facciamo fatica, per esempio, a cantare l’inno nazionale ed io quando lo sento in TV, cambio canale.
Giovedì scorso un sondaggio uscito in Italia ha riportato che un cittadino su tre è convinto che ci sia bisogno di una rivoluzione. Non so se è vero, ma ammettiamo che lo sia, lei crede che abbiano ragione?
È verosimile, la gente è incazzata sul serio, ci sono suicidi continuamente, le aziende chiudono ogni giorno e pagheremo le conseguenze dei tagli al bilancio dello Stato per anni. Io faccio parte di quel terzo, desidero una rivoluzione. Bisogna vedere però di che razza. Bisognerebbe cacciare via a un sacco di vecchi ruderi e sarebbe bello farlo con un voto. Tuttavia, la politica dovrebbe essere capace di rinnovarsi in modo endogeno, le proposte dovrebbero provenire dal suo interno. Ci farebbe comodo un buon capo carismatico, sempre che non sia come Berlusconi.

mercoledì 22 febbraio 2012

Intervista di tempostretto.it (Messina)

«Se i giovani non leggono più Platone finiranno per abbandonarsi al rincoglionimento mentale»

«Destra e sinistra? Sì, sono ancora diverse. La Destra è natura, la Sinistra è cultura». «Le proteste in Val di Susa? Quanno ce vo', ce vo'». «Se qualcuno mi domanda perché sono cristiano, rispondo semplicemente: “perché non vedo nessuna ragione per non esserlo”». 
 
tempostretto.it (quotidiano online di Messina e provincia), 22 gennaio 2012. Intervista di Claudio Staiti

Venerdì 20 Gennaio, presso la Facoltà di Scienze della Formazione di Messina, si è tenuto un incontro organizzato dall’associazione Marx XXI e dal Centro Studi Galvano della Volpe. Occasione, la presentazione del libro “Un Nietzsche italiano”, del ricercatore dell’Università di Urbino, Stefano Azzarà, sulla presenza di Nietzsche nel pensiero di Gianni Vattimo e sullo sdoganamento dall’etichetta di pensatore di destra che Nietzsche ha avuto per larga parte del ‘900. A margine dell’incontro-dibattito, introdotto e moderato dal prof. Carmelo Romeo dell’Università di Messina, Tempostretto.it  ha avuto il piacere di porre qualche domanda proprio al filosofo torinese Gianni Vattimo.

Sembra tramontata la figura del filosofo “portatore di verità”. Chi è oggi il filosofo? Trova che sia minacciato dalla frenesia della società attuale?
Il filosofo intanto è colui che fa professione di filosofia, cioè colui il quale continua a leggere brani della tradizione filosofica, li rende comprensibili agli altri, li traduce, e ne scrive di propri. E può anche scrivere delle critiche alle idee di verità e lo fa, al giorno d’oggi, cercando di rispondere a delle problematiche attuali. Perciò il filosofo è colui che guarda al presente e alle sue esigenze, utilizzando però una tradizione testuale che va sotto il nome di ‘filosofia’. Naturalmente ciascuno poi ha di quest’ultima la propria definizione... Non credo che la professione del filosofo sia minacciata... Certamente la minacciano coloro i quali pensano che non debba più essere insegnata nelle scuole, a vantaggio della matematica e dell’informatica. Se i giovani non leggono più Platone e tutti gli altri filosofi, saranno più facilmente preda dei propagandisti e finiranno, passatemi il termine, per abbandonarsi ad un puro e semplice rincoglionimento mentale.

Il filosofo del "pensiero debole" come si rapporta alla politica?
Il filosofo del pensiero debole è uno che sostiene che l’unico modo di emanciparsi per l’uomo non sia quello di cercare di realizzare un ideale prestabilito, “Vivi una vita vera!”, “Sii uomo!”, ma di ridurre la violenza che si impone contro le libertà, per esempio quella dell’eutanasia, quella della libera iniziativa se vogliamo ecc... Fa tutto ciò che credi sia giusto finché non ti scontri con le libertà dell’altro. Credo che il pensiero debole sia una forte teoria dell’emancipazione attraverso l’indebolimento, teoria diversa dal “non c’è niente da fare, stiamocene tranquilli”. Non sono così disperato da non fare più niente. Qualche volta mi viene la tentazione di pensare “sto lì, mi godo la mia pensione” ma mi dispiace e cambio subito idea.

La teoria del pensiero debole non prevede la violenza, eppure lei stesso è vicino alle proteste No Tav in Val di Susa e, in questi giorni (20 Gennaio ndr), i blocchi stradali in Sicilia si stanno ripercuotendo sull’economia locale...
Bloccare le autostrade in Val di Susa per protestare contro la Tav è una “violenza” legittimissima, Si può rispondere alla romana: “quanno ce vo', ce vo'”. (ride) Il problema è stabilire “quanno ce vo'”. E’ controproducente o produttivo? E’ un po’ come far saltare la Casa Bianca. Io, se potessi, lo farei... Ma se questo dovesse dare luogo ad un bombardamento atomico di tutta l’Europa, preferirei di no... si sceglie il male minore, si scelgono degli obiettivi e dei mezzi sufficientemente persuasivi per richiamare l’attenzione. Gli scioperi, le proteste sono questo.

Lei si definisce “comunista”. Come riesce a conciliare questo suo desiderio di approdo a quel tipo di società con l’idea attuale di “sinistra”, per alcuni, termine anacronistico e fuorviante?
Io vedo ancora una diversità fra destra e sinistra. E se devo definirle, penso che la destra è quella che vuole utilizzare differenze naturali a scopo di sviluppo e la sinistra è quella che vuole correggere tali differenze in modo da mettere tutti in condizione di competere sportivamente. Questa secondo me è una differenza fondamentale. La destra è sempre tendenzialmente razzista, darwiniana, “vinca il più forte”, e invece la sinistra deve tendere al rimedio. La sinistra è cultura, la destra è natura. La destra è naturalista, la sinistra è culturalista. E il comunismo è, come dire, l’unico ideale di società che riesco a coltivare, volete che coltivi un’ideale di società che produce di più e per pochi? Tutte le società molto evolute, come gli Stati Uniti, sono anche società di gente esclusa. Sono comunista perché guardo ad un progresso tecnologico controllato da un potere popolare. Laddove c’è solo una di queste due componenti non si attua realmente il comunismo, mettere insieme le due cose è lo stesso ideale di Lenin...

L’uomo moderno sembra perdere sempre più certezze. L’annuncio Nietzschiano “Dio è morto” può considerarsi come l’avvio di questo processo? E lei come mai si professa “cristiano”?
Quando Nietzsche dice che Dio è morto, dice che è morto il Dio morale, il Dio come garanzia suprema di un ordine oggettivo per l’uomo. E poi, in un'altra parte, aggiunge che adesso che Dio è morto, è ora che arrivino molti dei e cioè nuove e più numerose prospettive di vita, criteri di esistenza. Come è noto, io continuo a professarmi cristiano. Come mai? Se qualcuno mi domanda perché sono cristiano, rispondo semplicemente: “perché non vedo nessuna ragione per non esserlo”. Le ragioni per non essere cristiano sarebbero l’autoritarismo papale, la pretesa di comandare sulle leggi, la pretesa di non pagar le tasse? Senza di questo mi è simpatico Gesù Cristo, sono cresciuto così. Se mi offrite delle buone ragioni per non esserlo, ditemelo, ma quelle ragioni qui non sono sufficienti. Anzi, posso essere antipapale ma col Vangelo in mano.

lunedì 23 gennaio 2012

Intervista a Messina, Tempostretto.it

Gianni Vattimo a Tempostretto.it: «Se i giovani non leggono più Platone finiranno per abbandonarsi al rincoglionimento mentale»

«Destra e sinistra? Sì, sono ancora diverse. La Destra è natura, la Sinistra è cultura». «Le proteste in Val di Susa? Quanno ce vo', ce vo'». «Se qualcuno mi domanda perché sono cristiano, rispondo semplicemente: “perché non vedo nessuna ragione per non esserlo”».

Domenica, 22 gennaio, 2012, Tempostretto.it. Di CLAUDIO STAITI
 
Venerdì 20 Gennaio, presso la Facoltà di Scienze della Formazione di Messina, si è tenuto un incontro organizzato dall’associazione Marx XXI e dal Centro Studi Galvano della Volpe. Occasione, la presentazione del libro “Un Nietzsche italiano”, del ricercatore dell’Università di Urbino, Stefano Azzarà, sulla presenza di Nietzsche nel pensiero di Gianni Vattimo e sullo sdoganamento dall’etichetta di pensatore di destra che Nietzsche ha avuto per larga parte del ‘900. A margine dell’incontro-dibattito, introdotto e moderato dal prof. Carmelo Romeo dell’Università di Messina, Tempostretto.it  ha avuto il piacere di porre qualche domanda proprio al filosofo torinese Gianni Vattimo.

Sembra tramontata la figura del filosofo “portatore di verità”. Chi è oggi il filosofo? Trova che sia minacciato dalla frenesia della società attuale?
Il filosofo intanto è colui che fa professione di filosofia, cioè colui il quale continua a leggere brani della tradizione filosofica, li rende comprensibili agli altri, li traduce, e ne scrive di propri. E può anche scrivere delle critiche alle idee di verità e lo fa, al giorno d’oggi, cercando di rispondere a delle problematiche attuali. Perciò il filosofo è colui che guarda al presente e alle sue esigenze, utilizzando però una tradizione testuale che va sotto il nome di ‘filosofia’. Naturalmente ciascuno poi ha di quest’ultima la propria definizione... Non credo che la professione del filosofo sia minacciata... Certamente la minacciano coloro i quali pensano che non debba più essere insegnata nelle scuole, a vantaggio della matematica e dell’informatica. Se i giovani non leggono più Platone e tutti gli altri filosofi, saranno più facilmente preda dei propagandisti e finiranno, passatemi il termine, per abbandonarsi ad un puro e semplice rincoglionimento mentale.

Il filosofo del "pensiero debole" come si rapporta alla politica?
Il filosofo del pensiero debole è uno che sostiene che l’unico modo di emanciparsi per l’uomo non sia quello di cercare di realizzare un ideale prestabilito, “Vivi una vita vera!”, “Sii uomo!”, ma di ridurre la violenza che si impone contro le libertà, per esempio quella dell’eutanasia, quella della libera iniziativa se vogliamo ecc... Fa tutto ciò che credi sia giusto finché non ti scontri con le libertà dell’altro. Credo che il pensiero debole sia una forte teoria dell’emancipazione attraverso l’indebolimento, teoria diversa dal “non c’è niente da fare, stiamocene tranquilli”. Non sono così disperato da non fare più niente. Qualche volta mi viene la tentazione di pensare “sto lì, mi godo la mia pensione” ma mi dispiace e cambio subito idea.

La teoria del pensiero debole non prevede la violenza, eppure lei stesso è vicino alle proteste No Tav in Val di Susa e, in questi giorni (20 Gennaio ndr), i blocchi stradali in Sicilia si stanno ripercuotendo sull’economia locale...
Bloccare le autostrade in Val di Susa per protestare contro la Tav è una “violenza” legittimissima, Si può rispondere alla romana: “quanno ce vo', ce vo'”. (ride) Il problema è stabilire “quanno ce vo'”. E’ controproducente o produttivo? E’ un po’ come far saltare la Casa Bianca. Io, se potessi, lo farei... Ma se questo dovesse dare luogo ad un bombardamento atomico di tutta l’Europa, preferirei di no... si sceglie il male minore, si scelgono degli obiettivi e dei mezzi sufficientemente persuasivi per richiamare l’attenzione. Gli scioperi, le proteste sono questo.

Lei si definisce “comunista”. Come riesce a conciliare questo suo desiderio di approdo a quel tipo di società con l’idea attuale di “sinistra”, per alcuni, termine anacronistico e fuorviante?
Io vedo ancora una diversità fra destra e sinistra. E se devo definirle, penso che la destra è quella che vuole utilizzare differenze naturali a scopo di sviluppo e la sinistra è quella che vuole correggere tali differenze in modo da mettere tutti in condizione di competere sportivamente. Questa secondo me è una differenza fondamentale. La destra è sempre tendenzialmente razzista, darwiniana, “vinca il più forte”, e invece la sinistra deve tendere al rimedio. La sinistra è cultura, la destra è natura. La destra è naturalista, la sinistra è culturalista. E il comunismo è, come dire, l’unico ideale di società che riesco a coltivare, volete che coltivi un’ideale di società che produce di più e per pochi? Tutte le società molto evolute, come gli Stati Uniti, sono anche società di gente esclusa. Sono comunista perché guardo ad un progresso tecnologico controllato da un potere popolare. Laddove c’è solo una di queste due componenti non si attua realmente il comunismo, mettere insieme le due cose è lo stesso ideale di Lenin...

L’uomo moderno sembra perdere sempre più certezze. L’annuncio Nietzschiano “Dio è morto” può considerarsi come l’avvio di questo processo? E lei come mai si professa “cristiano”?
Quando Nietzsche dice che Dio è morto, dice che è morto il Dio morale, il Dio come garanzia suprema di un ordine oggettivo per l’uomo. E poi, in un'altra parte, aggiunge che adesso che Dio è morto, è ora che arrivino molti dei e cioè nuove e più numerose prospettive di vita, criteri di esistenza. Come è noto, io continuo a professarmi cristiano. Come mai? Se qualcuno mi domanda perché sono cristiano, rispondo semplicemente: “perché non vedo nessuna ragione per non esserlo”. Le ragioni per non essere cristiano sarebbero l’autoritarismo papale, la pretesa di comandare sulle leggi, la pretesa di non pagar le tasse? Senza di questo mi è simpatico Gesù Cristo, sono cresciuto così. Se mi offrite delle buone ragioni per non esserlo, ditemelo, ma quelle ragioni qui non sono sufficienti. Anzi, posso essere antipapale ma col Vangelo in mano.

martedì 12 luglio 2011

Interview with Gianni Vattimo and Santiago Zabala on "Hermeneutic Communism"

Dal sito della Columbia University Press

INTERVIEW WITH GIANNI VATTIMO AND SANTIAGO ZABALA, AUTHORS OF HERMENEUTIC COMMUNISM: FROM HEIDEGGER TO MARX


The following is an interview with Gianni Vattimo and Santiago Zabala, authors of
Hermeneutic Communism: From Heidegger to Marx. The interview took place in January, 2011.


Question: How does one manage to write a book with another author?

Santiago Zabala: It’s all about collaboration. Over the past several years, we have edited five book series for Italian and American publishers and also written several forewords and book reviews; this is not the first time we actually wrote together. Before one of us writes the first draft, we have a long conversation in order to decide the themes of each section. After this first draft is finished, the other checks it through and makes modifications where necessary.

Gianni Vattimo: Although most of the time Santiago wrote the first draft after our talk, there are occasions where I wrote it; either way, it’s very difficult now to recognize which parts each of us originally wrote not only because of the modifications and edits that came afterward but also because we decided together beforehand what each part was to be about. I’m very happy with the whole book, which managed, among other things, to cover many things I was forced to leave out in my Ecce Comu.

Question: In the preface you say that Hermeneutic Communism is really a development of your last books, Ecce Comu and The Remains of Being. Do readers have to go over these books first?

SZ: No, I don’t think they have to (although we hope that people will read them) since Hermeneutic Communism is a systematic text that stands on its own. We make this comment in the preface just to remind everyone how this text, just like any other book, is an effect or a consequence of previous research. Either way, although we started planning this book before Gianni finished Ecce Comu, I will not deny that that book was essential for Hermeneutic Communism.

GV: I hope Hermeneutic Communism will invite people to read Ecce Comu also. After all, they are very different books. Santiago and I wrote a systematic account of the relation between philosophy and politics today; in Ecce Comu, on the other hand, I explain my own faith in a return to communism and the disastrous condition Italian politics finds itself in today. The first edition of Ecce Comu came out in Cuba but was then updated with other chapters for the Italian edition.

Question: Professor Vattimo, you met both Fidel Castro and Hugo Chávez recently?

GV: I met Castro in 2006 after receiving an honorary degree from the Academy of Fine Arts of Cuba. It was a beautiful meeting in his office for over three hours on a Sunday afternoon. We talked about a variety of subjects: the Cuban revolution, Khrushchev, the EU parliament, G. W. Bush, the educational system, and so on. After I wrote about this meeting in La Stampa [an Italian newspaper], I was heavily criticized by the Miami Herald and many EU newspapers. Either way, a few years later I also met Chávez, but this was a public formal meeting on his TV show, Aló Presidente. During the past decades I’ve also met with many other politicians throughout the region and, more importantly, visited many of the social initiatives they’ve brought forward. I must admit when I lectured in Venezuelan universities, most of the students would try to persuade me that Chávez is the worst thing that has happened to them. But I realized that these students all represent Venezuela’s elite upper class, the little percentage that has enough money to send their children to universities. Now Chávez has begun to establish universities for everyone and also social programs (such as “Sucre”) that allow the poorest families to send their children to private universities. Recently, I’ve also traveled to the region with the European Union (I’m now serving my second and last term as an EU deputy) because I’m one of the vice presidents of EUROLAT (Euro-Latin American Parliamentary Assembly, a transnational body of 150 parliamentarians from Europe and Latin America). Last year at the EU Parliament I was one of the few to point out how we are doing business with Colombia, a country that has the worst human rights records of the region, and Honduras, a country now run by the only undemocratic government in the region after the coup of 2009 [http://www.youtube.com/watch?v=ebiVSLxNsBM].

Question: Professor Zabala, do you represent Vattimo’s South American connection?

S. Zabala: I wish! No, actually I’ve only traveled recently through South America. I was raised between Rome, Vienna, and Geneva. I’m actually the incarnation of the EU citizen if there is such a thing. My admiration for contemporary South American politics is strictly philosophical, so to speak: if China’s Communist Party would follow democratic procedures and win actual elections, I would also admire them. Together with Gianni, it is Noam Chomsky who introduced me (through his writing; I’ve never had the honor of meeting Professor Chomsky) to the progressive politics that is taking place in South America now.

Question: Let’s talk about the structure of the book. Among the first things that come to mind looking at the table of contents is the balance among the two parts, four chapters, and twelve sections. Also, although all sections are the same length, chapters 2 and 4 contain many more notes than the other two chapters. Why is this?

GV: The last systematic book I wrote was Il soggetto e la maschera [The Subject and the Mask] (1974). There are various reasons why I stopped taking so much care in explicating my thesis though balanced order and style: perhaps for the same reasons as Derrida, Rorty, and so many other postmetaphysical philosophers, that is, the end of grand narratives, truth, and ideology? I’m glad Santiago persuaded me to follow this structure because it certainly helps the reader, who, in this case, we hope will be not only philosophical but also political.

SV: Those chapters contain many more notes because we needed to justify with documents, articles, and other information some of our theses, for example, how Obama has increased military spending or Chávez has forced the oil industry to finance free health care for the poorest citizens of Venezuela. But if these chapters had to have more notes it’s also because they are the “ontic” sections of the book; that is, while chapters 1 and 3 are philosophical or ontological, chapters 2 and 4 are ontic or political. I’m not saying they could be read independently, but they correspond to each other. While part 1, “Framed Democracy,” is really a deconstruction of the “winners’ history,” that is, of the conservative realist positions of John Searle, Robert Kagan, and Francis Fukuyama, part 2, “Hermeneutic Communism,” outlines (through the work of Jacques Derrida, Richard Rorty, and others) how the “anarchic vein of hermeneutics” points toward a weakened communism.

Question: But aren’t Searle, Kagan, and Fukuyama all defenders of democracy?

SZ: Above all, they are defenders of realism, that is, “the subordination of reason to metaphysical reality,” and Herbert Marcuse declared decades ago that realism would “prepare the way for racist ideology.” This racist ideology is at work today through capitalism’s impositions; inequality, exclusion, famine—economic oppression—have never affected so many human beings. As for Searle, well, he did accept from President G. W. Bush in 2004 the National Humanities Medal for his “efforts to deepen understanding of the human mind, for using his writings to shape modern thought, defend reason and objectivity, and define debate about the nature of artificial intelligence” [http://www.neh.gov/news/archive/20041117.html]. The realism he defends throughout his writings is very dangerous politically because it reduces our possibilities of freedom and change. Searle explained in Freedom and Neurobiology how he considered it a positive factor that G. W. Bush became president in the 2000 election regardless of the “fact” that many American citizens considered he claimed the office illegitimately. The priority of Searle’s, Kagan’s, and Fukuyama’s metaphysical realism is to conserve institutional facts in order to control any alterations. Even though such events as the terrorist attack of 9/11, Obama’s election, and the economic crisis of 2008 are presented to us as alterations, sudden changes, they are actually intensifications of the existing order: 9/11 was a response, unjustifiable of course, to decades of Western military constraints in the Middle East; Obama was always a member of the elite Washington establishment; and the economic crisis was created by the same financial speculations that sustain the capitalist economy. Against this intensification of realism in philosophy and politics we indicate how it is possible to practice politics without truth, how hermeneutics can renew communism, and why South American politics can become a model for our Western democracies’ military, political, and financial logics. I understand this last point might be very difficult for Western intellectuals to recognize, but South American politics might help us improve, too.

Question: Whom is this book for? Is there an ideal reader?

GV: I hope it’s for everyone, although we could distinguish two ideal readers: a Western anti-globalization protester and an analytical philosopher. While the first needs to understand how change is almost impossible through violent revolts within our “framed democracies” (given the force of our establishments), the second should avoid presenting the analytic position as more democratic just because Heidegger (the principal continental philosopher) was a Nazi. If we follow this logic, then we have to also jettison Frege since he was an anti-Semite and Hume since he considered black people inferior to whites. All philosophers make political errors (perhaps we do, too), but such errors are not always part of their philosophical intuitions.

SZ: And don’t forget all those who still think Chávez is a dictator. Section 11 is intended to recall how the Venezuelan president received more democratic support than any EU president. I think this is what induced Oliver Stone to film South of the Border and John Pilger, The War on Democracy. If almost all the world’s media are determined to discredit these South American governments, it is not only because they are communist (although they call themselves socialist), that is, because they put people before profit, but also because they are afraid all citizens will start demanding that their politicians follow the same principles. There are a few journalists, such as Mark Weisbrot, Greg Grandin, Gianni Minà, and Vicenç Navarro who manage to relay what is actually happening over there (in The Guardian, The Nation, and few other liberal newspapers).

GV: Yes, but perhaps it’s more important to emphasize how this is also a book for all those conservative hermeneutic philosophers who still see interpretation only as a variation of phenomenology. We are certain that our good friend the distinguished philosopher Jean Grondin must be appalled by the “progressive hermeneutics” we expose here. But, as many of us believe, hermeneutics is not only Gadamer; there is also Nietzsche, Pareyson, Rorty, and many others. This is the meaning behind the subtitle of the book: From Heidegger to Marx. Today, after metaphysics, we can return to Marx through hermeneutics, that is, a philosophical approach that operates without truth, impositions, and violence, hence a “weakening” of the strong structures of metaphysics, modernity, and ideology. This is why the motto of the book (rephrasing Marx’s famous statement from Theses on Feuerbach) is that “the philosophers have only described the world in various ways; the moment now has arrived to interpret it.” Hermeneutic communism’s greatest enemy, as Santiago just mentioned, is liberal realism, which we expose and criticize in chapter 2. Although none of the progressive Latin American leaders call themselves “communists,” much less “hermeneutic communists,” they are constantly applying communist initiatives (which have been much better at defending their economies from crises than the strategies used by any country in the West) and hermeneutic pluralities (such as the recognition of indigenous rights).

Question: Lots of space is given to slums in relation to the weak. Can you explain where these concepts come from and how they relate to each other?

GV: “Weak thought” does not aim at metaphysical systems and global emancipatory programs but rather at weakening these strong structures. This is why hermeneutics is so important for weak thought. As the philosophy of the interpretative character of truth, hermeneutics becomes the resistance to objective philosophical structures and oppressive political actions. While the dominating classes always work to conserve and leave unquestioned the established order of the world (liberal realism), the weak thought of hermeneutics searches for new goals and ambitions within the possibilities of the “thrown” condition of the human being. This is perhaps what will distinguish our book from other works of political philosophy. Contrary to Alan Badiou, Antonio Negri, and other philosophers who believe politics is founded on scientific or rational grounds, we suggest abandoning truth in favor of interpretation, history, and event. The end of truth is the beginning of democracy. While this might seem pure nihilism to many political scientists who believe truth must guide politics, it is important to recall that at the beginning of the twentieth century Karl Popper, Hannah Arendt, and Theodor Adorno warned us about the imposition of scientific objectivism on all disciplines. If Hermeneutic Communism follows these authors’ alarms against scientific dominion it is not because objectivism is untrue but rather because it is unjust, a lethal attack on freedom and democracy. As Walter Benjamin and Heidegger indicated, “the only emergency is the lack of emergency.”

SZ: Both the “slums” and the “weak” are the “discharge of capitalism” or, as I explained in my previous book, the “remains of Being.” They are what does not belong to framed democracies and the rational development of capitalism. These democracies have been building walls, not just the ones on borders (of Mexico, Israel, India, Afghanistan, Spain) but also, as Mike Davis explains, “epistemological walls,” in order to increase indifference toward the weak. This indifference, similar, on a theoretical level, to analytic philosophy’s attitude toward continental philosophy, is simply a symptom of fear, fear of the possibility of emancipation that these discharges imply. I’m certain this is also the main reason that a group of analytical philosophers led by a known supporter of Searle, attempted (without success) to convince Cambridge University to avoid honoring Derrida.

Question: As with any other book dealing with contemporary politics, aren’t you afraid of the changes that might occur in the next months or years?

SZ: Since we wrote the book there have been some significant changes, such as Dilma Rousseff’s becoming the first female president of Brazil, Colombia’s new president (Juan Manuel Santos) calling for better relations with Venezuela, and also Uruguay and Argentina’s recognition of Palestine as a nation along the 1967 borders (meaning they view the entire West Bank and Gaza Strip, including occupied East Jerusalem, as parts of Palestine). I’m sure there will be many more changes in the region in coming months and years; either way, our book, as with every other political interpretation of the contemporary world, can grapple only with those events that happened before it was written. After all, I think this is the first thing we say in the book: it was written between the reelection of President G. W. Bush in 2004 and President Obama’s decision to increase the soldiers deployed in Afghanistan in 2010.

GV: The intention of our book, though it explores the status of communism, is also to provoke a reflection on the value of democracy as it is practiced in the West. Many readers might consider this stance exaggerated when we endorse Chávez, Morales, and Castro, but I doubt they will disagree with the drastic criticism of the policies of the IMF, the World Bank, and the U.S Treasury, which have all, in one way or another, created and still conserve the economic crisis we are all enmeshed in. Through the work of such distinguished economists as Joseph Stiglitz, Luciano Gallino, and Dean Baker we indicate how the greatest problem of economists in general is that they consider their discipline a scientific one. According to Paul Krugman, it is just this metaphysical belief in the power and rationality of free financial markets that “blinded many if not most economists to the emergence of the biggest financial bubble in history” [http://www.nytimes.com/2009/09/06/magazine/06Economic-t.html]. Both Stiglitz and Baker have endorsed the Bank of the South, which was established with the support of most of the countries in Latin America. Also, it is important to remember these governments are much more advanced than Western framed democracies in ecological matters. In 2009 Morales was declared a “World Hero of Mother Earth” by the United Nations General Assembly because of his political initiatives against the destruction of the environment caused by the global hegemonic economic system.

Question: Are you afraid the book will be read simply as a defense of contemporary South American politics or another version of Marxism?

SZ: Those who consider it a defense of Chávez, Morales, and other Latin American politicians demonstrate that they have not read the book since only a quarter of it is dedicated to them. If other nations would take as much care of the weak as these leaders do, we would endorse them, too, but as it turns out, and Michael Moore demonstrated this in Sicko, it’s easier to get health care in Cuba than in the United States. As for being reduced to another version of Marxism? Well, the more versions there are, the better, of course. The recent reevaluations or reassessments of Marx and communism by Derrida, Žižek, and many others are connected not only to the current crisis of capitalism but also to the possibility of a kind of communism different from the one we saw in the last century. As a 2009 London conference indicated, communism has now become the realm for an emancipatory political project [http://www.versobooks.com/books/513-513-the-idea-of-communism]. Nevertheless, our book is very different from Negri’s or Badiou’s texts, and I doubt it will be associated with theirs. While they continue to use metaphysical notions (empire, multitude, revolution), we insist on the postmetaphysical political project of hermeneutics in order to weaken such notions where necessary. Hermeneutics is as much a part of communism as the other way around; each completes the other’s postmetaphysical goals.

GV: That’s right. The goal is change. Unlike in description, for which reality must be imposed, interpretation instead makes a new contribution to reality. Despite the fact that hermeneutics has been restricted to a simple technique of interpretation, and communism has often been applied to all the domains of society, we have inverted the account in order to emphasize the philosophical essence of hermeneutics and restrict communism to its economic function. As we can see, they both share the project of emancipation from metaphysics that is missing in some of our communist colleagues.


G. Vattimo and S. Zabala, "Hermeneutic Communism"

Hermeneutic Communism:

From Heidegger to Marx


Gianni Vattimo and Santiago Zabala



Having lost much of its political clout and theoretical power, communism no longer represents an appealing alternative to capitalism. In its original Marxist formulation, communism promised an ideal of development, but only through a logic of war, and while a number of reformist governments still promote this ideology, their legitimacy has steadily declined since the fall of the Berlin wall.

Separating communism from its metaphysical foundations, which include an abiding faith in the immutable laws of history and an almost holy conception of the proletariat, Gianni Vattimo and Santiago Zabala recast Marx’s theories at a time when capitalism’s metaphysical moorings—in technology, empire, and industrialization—are buckling. While Michael Hardt and Antonio Negri call for a return of the revolutionary left, Vattimo and Zabala fear this would lead only to more violence and failed political policy. Instead, they adopt an antifoundationalist stance drawn from the hermeneutic thought of Martin Heidegger, Jacques Derrida, and Richard Rorty.

Hermeneutic communism leaves aside the ideal of development and the general call for revolution; it relies on interpretation rather than truth and proves more flexible in different contexts. Hermeneutic communism motivates a resistance to capitalism’s inequalities yet intervenes against violence and authoritarianism by emphasizing the interpretative nature of truth. Paralleling Vattimo and Zabala’s well-known work on the weakening of religion, Hermeneutic Communism realizes the fully transformational, politically effective potential of Marxist thought.

Columbia University Press
October, 2011
Cloth , 256 pages,
ISBN: 978-0-231-15802-2
$27.50
/ £19.00

Reviews

"Hermeneutic Communism is one of those rare books that seamlessly combines postmetaphysical philosophy and political practice, the task of a meticulous ontological interpretation and decisive revolutionary action, the critique of intellectual hegemony and a positive, creative thought. Vattimo and Zabala, unlike Michael Hardt and Antonio Negri, do not offer their readers a readymade political ontology but allow radical politics to germinate from each singular and concrete act of interpretation. This is the most significant event of twenty-first-century philosophy!" — Michael Marder, author of Groundless Existence: The Political Ontology of Carl Schmitt

"Hermeneutic Communism is much more than a beautifully written essay in political philosophy, reaching from ontological premises to concrete political analyses: it provides a coherent communist vision from the standpoint of Heideggerian postmetaphysical hermeneutics. All those who criticize postmodern ‘weak thought’ for its inability to ground radical political practice will have to admit their mistake—Gianni Vattimo and Santiago Zabala demonstrate that weak thought does not mean weak action but is the very resort of strong radical change. This is a book that everyone who thinks about radical politics needs like the air he or she breathes!" — Slavoj Žižek, author of Living in the End of Times

"The authors argue that ‘weak thought,’ or an antifoundational hermeneutics, will allow social movements to avoid both the violence attending past struggles and, if triumphant, a falling back into routines of domination—the restoration of what Jean-Paul Sartre called the ‘practico-inert.’ Vattimo and Zabala end with Latin America as a case study of applied weak thought politics, where the left in recent years has had remarkable success at the polls." — Greg Grandin, New York University

"Those interested in the potential for theoretical reformulations made possible by postfoundational political thought and those following the rebellion of marginal sectors of society have a lot to learn from this remarkable book." — Ernesto Laclau, author of On Populist Reason

"The work of Vattimo and Zabala clears a new stage for political theorizing based on a careful probe of the current state of destitution and hidden edges of social vitality. While I do not always agree with the conclusions drawn by these marvelous writers, I thank them for sparking an essential debate and replenishing our critical vocabularies." — Avital Ronell, New York University and the European Graduate School

Contents


Acknowledgments

Introduction

Part I. Framed Democracy

1. Imposing Descriptions

2. Armed Capitalism

Part II. Hermeneutic Communism

3. Interpretation as Anarchy

4. Hermeneutic Communism

Bibliography

Index


About the Authors


Gianni Vattimo is emeritus professor of philosophy at the University of Turin and a member of the European Parliament. His books with Columbia University Press include A Farewell to Truth; The Responsibility of the Philosopher; Christianity, Truth, and Weakening Faith: A Dialogue (with R. Girard); Not Being God: A Collaborative Autobiography (with P. Paterlini); Art’s Claim to Truth; After the Death of God (with John D. Caputo); Dialogue with Nietzsche; The Future of Religion (with Richard Rorty); Nihilism and Emancipation: Ethics, Politics, and Law; and After Christianity.

Santiago Zabala is ICREA Research Professor at the University of Barcelona. He is the author of The Remains of Being: Hermeneutic Ontology After Metaphysics and The Hermeneutic Nature of Analytic Philosophy: A Study of Ernst Tugendhat; editor of Art’s Claim to Truth, Weakening Philosophy, Nihilism and Emancipation, and The Future of Religion; and coeditor (with Jeff Malpas) of Consequences of Hermeneutics.