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giovedì 12 settembre 2013

Zitto e taci. È la procedura

di Marco Bascetta, Il Manifesto


Non accade con frequenza che un conflitto radicato in un territorio circoscritto e incentrato su un oggetto ben determinato (un'opera infrastrutturale come la linea ad alta velocità Torino-Lione) si trasformi in una arena politica in cui emergono , mostrando tutte le tensioni e gli attriti che le attraversano, non poche «grandi questioni». Prima Gianni Vattimo, poi Erri De Luca e Ascanio Celestini, infine Massimo Cacciari e Giovanni De Luna, una bella schiera di intellettuali si sentono chiamati a prendere posizione non solo su una delle lotte più lunghe, tenaci e partecipate degli ultimi vent'anni in Italia, ma sul suo significato generale quanto alle forme della politica, le prerogative di governanti e governati, le priorità economiche o ambientali e il rapporto tra la legalità vigente e queste priorità. 

martedì 12 marzo 2013

A proposito di Chavez e di muri


Riportiamo una dichiarazione di Silvio Viale, presidente dei Radicali Italiani, apparsa sul sito Radicali.it in relazione all'articolo di Gianni Vattimo sulla morte del Presidente Chavez, pubblicato su La Stampa il 7 marzo scorso, e di seguito la breve risposta del filosofo. 


Chavez. Viale: parole di Vattimo inqualificabili. Folla oceanica dietro la bara? Anche Mussolini l'avrebbe avuta. Crollerà il muro anche in Venezuela

dal sito dei Radicali Italiani


Oggi (7 marzo 2013, ndr), intervenendo su “La Stampa”, il filosofo e europarlamentare Gianni Vattimo, ospite a varie riprese del governo venezuelano, invita l'Europa a “guardare con più attenzione alla democrazia di base di Chavez” (per l'articolo originale clicca qui).

giovedì 7 marzo 2013

Ecco perché Chavez mi ha affascinato

di Gianni VattimoLa Stampa


“Il n’est pas tombé, il est mort”: questa frase, riferita tradizionalmente – credo – a Jean Antoine Carrel, uno dei primi scalatori del Cervino, mi viene in mente ora mentre, con una commozione che riesce nuova anche a me - penso alla scomparsa di Hugo Chavez. Anche lui non è caduto, ha tenuto duro fino alla morte, facendo della sua resistenza alla malattia un emblema della sua lotta politica per l’ideale di una America Latina  “bolivariana”. Per me come per tanti occidentali della mia formazione, Chavez aveva tutte le qualità per essere guardato con sospetto: militare, “golpista” almeno agli inizi della sua avventura politica, populista, “caudillo”, e via dicendo.

giovedì 29 novembre 2012

"Sólo un comunismo débil puede salvarnos"


La Vanguardia, 29 novembre 2012
Intervista a Gianni Vattimo
di Vìctor-M. Amela


De verdad es comunista?
¿Qué otra cosa se puede ser, tal como van las cosas?

El comunismo dejó 70 millones de muertos...
No fue el comunismo.

¿Qué, entonces?
El industrialismo. Lenin propuso electrificación más sóviets, es decir, control popular..., ¡pero el control popular se esfumó!

¿Y qué quedó?
El industrialismo: Stalin impuso el desarrollo de la industria pesada contra el agro, y de ahí los desplazamientos de poblaciones, los sacrificios, muertes... ¡Un sueño loco!

Un horror.
Pero... sin aquella fuerza industrial estalinista, ¡los nazis hubiesen ganado!

lunedì 11 giugno 2012

Feria del libro de Madrid

71ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Gianni Vattimo inaugura el especial de EL PAIS: "Solo una guerra o revolución podrían cambiar la clase política" 

El filósofo italiano Gianni Vattimo ha inaugurado esta mañana la cobertura especial que hará EL PAÍS de la 71ª Feria del Libro de  Madrid. Lo ha hehoc a través de un chat con los lectores, en un homenaje a Italia como país invitado a la cita madrileña. 

Los internautas preguntan a Gianni Vattimo

profespa

1. 25/05/2012 - 12:13h.
¿Cómo podría Italia librarse de esa clase política corrupta que no sabe renunciar a sus privilegios? ¿No le parece que hay una ruptura insalvable entre la casta política y el pueblo?
El problema es que la política es como la describía Aristóteles: si tenemos que filosofar filosofamos. Y la política está así. Soy una parte pequeña y extranjera de la clase política. No veo muy bien cómo se puede sin una revolución o una guerra. La historia ha demostrado que estos hechos necesitan de cambios radicales. El problema es quién va a hacer esto. No me gusta lo que hace Monti, es un hombre más de la banca. Pero cómo sustituimos a los políticos actuales? La cuestión es complicada porque en tiempo de crisis de la democracia no hay manera constitucionales de cambiar la constitución sin hacer referencia a la clase política existente. No veo muchas posibilidades de este tipo. Se trata de preparar una nueva ley electoral, con algunos movimientos de masas. Preparar un nuevo parlamento de acuerdo a las exigencias del país. La única esperanza es esta posibilidad de trabajar un poco al interior de las instituciones, no todos son corruptos. Escuchar a los movimientos de calle, una activación de las masas aunque no sea violenta.
 

Juan C. Santos

2. 25/05/2012 - 12:16h.
¿Y si la Democracia fracasa?¿Y si los ciudadanos han perdido el control sobre la política? ¿Es la rebelión la solución?
Se trata de producir revoluciones. Creo que desafortunadamente tenemos que trabjajar mucho para reactivar la política. La mala reputación de los políticos es justificada. No es una invención de los medios de comunicación, y todo esto esconde otras corrupciones. No todo es responsabilidad de la clase política, hay otros poderes que usan la mala fama de la politica para limitar la democracia.
 

Michel Lugo

3. 25/05/2012 - 12:24h.
Existe el desencanto en política. ¿Y en filosofía? ¿Alguna vez lo ha sentido?
Sí. Creo que el desencanto aqui es básicamente porque los fundamentalismos son violentos. La busqueda de verdades absolutas. Esa busqueda es una actitud de violencia. Eso no singifica que la filosofía no tenga nada más que filosofar. Yo intento responder a esto con el pensamiento débil, que es esa tentativa de responder a a ese desencanto elaborando una via para salir de la violencia. Hay un contenido de la filosofia después de la metafisica, elaborar un discurso mas interpretativo y menos obejtivista, con menos pretensiones de corresponder a una realidad innegable.
 

alexanxo

4. 25/05/2012 - 12:28h.
Usted que es un gran conecedor de nietzsche, ¿ que cree que pensaria de esta epoca que nos ha tocado vivir?.gracias.
Nietzsche sería un filósofo adecuado para esta época, no como exacerbación de la vioencia y el poder. El escribió una vez que ahora que Dios ha muerto queremos que vivan muchos dioses Era una posicion de pluralismo cultural. Ser fuertes en una perspectiva de vida. El superhombre no quiere decir el líder de las bandas criminales, sino una persona capaz de interpretar el mundo actual. Tenemos que crear una acitud más individual y característica. Es una buena manera de indicar el camino de la autenticidad. tiene que devenir un sujeto responsable en un mundo pluricultural. Ahora que no hay verdades absolutas hay que tener caridad.
 

Magaly

5. 25/05/2012 - 12:33h.
Cree VD. que la desigualdad entre ricos y pobres, a nivel planetario, tiene visos de corregirse en este siglo?
No lo tiene. Si no se corrige esta diferencia excesiva puede derivar en cuestiones indeseadas. El problema no se reduce a asumir una pérdida de condiciones de vida. Por ejemplo, el día que todos los chinos tengan coche vamos todos a morir porque no habrá gasolina suficiente. Hay que evolucionar en aspectos tecnológicos. Es problema de desarrollo tecnologico y presencia democrático. Hay que desarrollar métodos alternativos. Lenin tenía razón como algo mixto un conjuto de desarrollo tecnológico y presencia fuerte de democracia política, de participación popular en la política.
 

ALS

6. 25/05/2012 - 12:36h.
¿Sigue teniendo sentido la presencia de la filosofía como asignatura específica y común en los planes de estudios de la enseñanza secundaria (Bachillerato en España)?
Es muy importante que esa asignatura permanezca. Me gustaría que hubiera una discplina para todas las carreras. Sin filosofía no hay democracia. Donde no hay una cultura filosófica muy desarrollada ni pensamiento crítico la conciencia política se pierde en la tecnicidad. La tendencia a susttuir la filosofía por asignaturas más prácticas y ténicas es una tendencia al suicidio. La tecnología por sí solo no lleva a nada. NO discute la técnica.
 

José Manuel López García.

7. 25/05/2012 - 12:46h.
¿ El método de la metafísica conduce a una visión violenta del mundo o quizás debería ser llamada violencia semántica?
El problema es que la metafísica como idea es una estructura que se puede conocer como causa primera. Todo esto es una idea de las clases dominantes. El establecer diferencias entre los que saben y no saben. No se trata de inventar formas de saber. Hay que tomar la palabra. Walter Benjamin dice que lo importante es dar la palabra a los que han sido silenciados a lo largo de la Historia. Se trata de desarrollar la filosofía como diálogo subjetivo. No decimos que nos ponemos de acuerdo porque hemos encontrado la verdad, pero podemos decir que encontramos la verda cuando nos ponemos de acuerdo. Es la negociacion entre grupos. La filosofia se desarrolla en ese sentido y así es como podrá tener un sentido útil para la sociedad.
 

Mensaje de despedida

Muchas gracias por las preguntas tan interesantes. Lamento no haber contestado más, pero he tratado de dar unas respuestas un poco más largas. Un saludo a todos

sabato 10 settembre 2011

Dobbiamo fermarli!


Ho firmato anch'io quest'appello, e sarò anch'io a Roma il 1 ottobre (tutte le informazioni relative all'iniziativa sono reperibili qui)

E’ da più di un anno che in Italia cresce un movimento di lotta diffuso. Dagli operai di Pomigliano e Mirafiori agli studenti, ai precari della conoscenza, a coloro che lottano per la casa, alla mobilitazione delle donne, al popolo dell’acqua bene comune, ai movimenti civili e democratici contro la corruzione e il berlusconismo, una vasta e convinta mobilitazione ha cominciato a cambiare le cose. E’ andato in crisi totalmente il blocco sociale e politico e l’egemonia culturale che ha sostenuto i governi di destra e di Berlusconi. La schiacciante vittoria del sì ai referendum è stata la sanzione di questo processo e ha mostrato che la domanda di cambiamento sociale, democrazia e di un nuovo modello di sviluppo economico, ha raggiunto la maggioranza del Paese.
A questo punto la risposta del palazzo è stata di chiusura totale. Mentre si aggrava e si attorciglia su se stessa la crisi della destra e del suo governo, il centrosinistra non propone reali alternative e così le risposte date ai movimenti sono tutte di segno negativo e restauratore. In Val Susa un’occupazione militare senza precedenti, sostenuta da gran parte del centrodestra come del centrosinistra, ha risposto alle legittime rivendicazioni democratiche delle popolazioni. Le principali confederazioni sindacali e la Confindustria hanno sottoscritto un accordo che riduce drasticamente i diritti e le libertà dei lavoratori, colpisce il contratto nazionale, rappresenta un’esplicita sconfessione delle lotte di questi mesi e in particolare di quelle della Fiom e dei sindacati di base. Infine le cosiddette “parti sociali” chiedono un patto per la crescita, che riproponga la stangata del 1992. Si riducono sempre di più gli spazi democratici e così la devastante manovra economica decisa dal governo sull’onda della speculazione internazionale, è stata imposta e votata come uno stato di necessità.
Siamo quindi di fronte a un passaggio drammatico della vita sociale e politica del nostro Paese. Le grandi domande e le grandi speranze delle lotte e dei movimenti di questi ultimi tempi rischiano di infrangersi non solo per il permanere del governo della destra, ma anche di fronte al muro del potere economico e finanziario che, magari cambiando cavallo e affidando al centrosinistra la difesa dei suoi interessi, intende far pagare a noi tutti i costi della crisi.
Nell’Unione europea la costruzione dell’euro e i patti di stabilità ad esso collegati, hanno prodotto una dittatura di banche e finanza che sta distruggendo ogni diritto sociale e civile. La democrazia viene cancellata da questa dittatura perché tutti i governi, quale che sia la loro collocazione politica, devono obbedire ai suoi dettati. La punizione dei popoli e dei lavoratori europei si è scatenata in Grecia e poi sta dilagando ovunque. La più importante conquista del continente, frutto della sconfitta del fascismo e della dura lotta per la democrazia e i diritti sociali del lavoro, lo stato sociale, oggi viene venduta all’incanto per pagare gli interessi del debito pubblico che, a loro volta, servono a pagare i profitti delle banche. Di quelle banche che hanno ricevuto aiuti e finanziamenti pubblici dieci volte superiori a quelli che oggi si discutono per la Grecia.
Questo massacro viene condotto in nome di una crescita e di una ripresa che non ci sono e non ci saranno. Intanto si proclamano come vangelo assurdità mostruose: si impone la pensione a 70 anni, quando a 50 si viene cacciati dalle aziende, mentre i giovani diventano sempre più precari. Chi lavora deve lavorare per due e chi non ha il lavoro deve sottomettersi alle più offensive e umilianti aggressioni alla propria dignità. Le donne pagano un prezzo doppio alla crisi, sommando il persistere delle discriminazioni patriarcali con le aggressioni delle ristrutturazioni e del mercato. Tutto il mondo del lavoro, pubblico e privato, è sottoposto a una brutale aggressione che mette in discussione contratti a partire da quello nazionale, diritti e libertà, mentre ovunque si diffondono autoritarismo padronale e manageriale. L’ambiente, la natura, la salute sono sacrificate sull’altare della competitività e della produttività, ogni paese si pone l’obiettivo di importare di meno ed esportare di più, in un gioco stupido che alla fine sta lasciando come vittime intere popolazioni, interi stati. L’Europa reagisce alla crisi anche costruendo un apartheid per i migranti e alimentando razzismo e xenofobia tra i poveri, avendo dimenticato la vergogna di essere stato il continente in cui si è affermato il nazifascismo, che oggi si ripresenta nella forma terribile della strage norvegese.
Il ceto politico, quello italiano in particolare coperto di piccoli e grandi privilegi di casta, pensa di proteggere se stesso facendosi legittimare dai poteri del mercato. Per questo parla di rigore e sacrifici mentre pensa solo a salvare se stesso. Centrodestra e centrosinistra appaiono in radicale conflitto fra loro, ma condividono le scelte di fondo, dalla guerra, alla politica economica liberista, alla flessibilità del lavoro, alle grandi opere.
La coesione nazionale voluta dal Presidente della Repubblica è per noi inaccettabile, non siamo nella stessa barca, c’è chi guadagna ancora oggi dalla crisi e chi viene condannato a una drammatica povertà ed emarginazione sociale.
Per questo è decisivo un autunno di lotte e mobilitazioni. Per il mondo del lavoro questo significa in primo luogo mettere in discussione la politica di patto sociale, nelle sue versioni del 28 giugno e del patto per la crescita. Vanno sostenute tutte le piattaforme e le vertenze incompatibili con quella politica, a partire da quelle per contratti nazionali degni di questo nome e inderogabili, nel privato come nel pubblico.
Tutte e tutti coloro che in questi mesi hanno lottato per un cambiamento sociale, civile e democratico, per difendere l’ambiente e la salute devono trovare la forza di unirsi per costruire un’alternativa fondata sull’indipendenza politica e su un programma chiaramente alternativo a quanto sostenuto oggi sia dal centrodestra, sia dal centrosinistra. Le giornate del decennale del G8 a Genova, hanno di nuovo mostrato che esistono domande e disponibilità per un movimento di lotta unificato.
Per questo vogliamo unirci a tutte e a tutti coloro che oggi, in Italia e in Europa, dicono no al governo unico delle banche e della finanza, alle sue scelte politiche, al massacro sociale e alla devastazione ambientale.
Per questo proponiamo 5 punti prioritari, partendo dai quali costruire l’alternativa e le lotte necessarie a sostenerla:
1. Non pagare il debito. Bisogna colpire a fondo la speculazione finanziaria e il potere bancario. Occorre fermare la voragine degli interessi sul debito con una vera e propria moratoria. Vanno nazionalizzate le principali banche, senza costi per i cittadini, vanno imposte tassazioni sui grandi patrimoni e sulle transazioni finanziarie. La società va liberata dalla dittatura del mercato finanziario e delle sue leggi, per questo il patto di stabilità e l’accordo di Maastricht vanno messi in discussione ora. Bisogna lottare a fondo contro l’evasione fiscale, colpendo ogni tabù, a partire dall’eliminazione dei paradisi fiscali, da Montecarlo a San Marino. Rigorosi vincoli pubblici devono essere posti alle scelte e alle strategie delle multinazionali.
2. Drastico taglio alle spese militari e cessazione di ogni missione di guerra. Dalla Libia all’Afghanistan. Tutta la spesa pubblica risparmiata nelle spese militari va rivolta a finanziare l’istruzione pubblica ai vari livelli. Politica di pace e di accoglienza, apertura a tutti i paesi del Mediterraneo, sostegno politico ed economico alle rivoluzioni del Nord Africa e alla lotta del popolo palestinese per l’indipendenza, contro l’occupazione. Una nuova politica estera che favorisca democrazia e sviluppo civile e sociale.
3. Giustizia e diritti per tutto il mondo del lavoro. Abolizione di tutte le leggi sul precariato, riaffermazione al contratto a tempo indeterminato e della tutela universale garantita da un contratto nazionale inderogabile. Parità di diritti completa per il lavoro migrante, che dovrà ottenere il diritto di voto e alla cittadinanza. Blocco delle delocalizzazioni e dei licenziamenti, intervento pubblico nelle aziende in crisi, anche per favorire esperienze di autogestione dei lavoratori. Eguaglianza retributiva, diamo un drastico taglio ai superstipendi e ai bonus milionari dei manager, alle pensioni d’oro. I compensi dei manager non potranno essere più di dieci volte la retribuzione minima. Indicizzazione dei salari. Riduzione generalizzata dell’orario di lavoro, istituzione di un reddito sociale finanziato con una quota della tassa patrimoniale e con la lotta all’evasione fiscale. Ricostruzione di un sistema pensionistico pubblico che copra tutto il mondo del lavoro con pensioni adeguate.
4. I beni comuni per un nuovo modello di sviluppo. Occorre partire dai beni comuni per costruire un diverso modello di sviluppo, ecologicamente compatibile. Occorre un piano per il lavoro basato su migliaia di piccole opere, in alternativa alle grandi opere, che dovranno essere, dalla Val di Susa al ponte sullo Stretto, cancellate. Le principali infrastrutture e i principali beni dovranno essere sottratti al mercato e tornare in mano pubblica. Non solo l’acqua, dunque, ma anche l’energia, la rete, i servizi e i beni essenziali. Piano straordinario di finanziamenti per lo stato sociale, per garantire a tutti i cittadini la casa, la sanità, la pensione, l’istruzione.
5. Una rivoluzione per la democrazia. Bisogna partire dalla lotta a fondo alla corruzione e a tutti i privilegi di casta, per riconquistare il diritto a decidere e a partecipare affermando ed estendendo i diritti garantiti dalla Costituzione. Tutti i beni provenienti dalla corruzione e dalla malavita dovranno essere incamerati dallo Stato e gestiti socialmente. Dovranno essere abbattuti drasticamente i costi del sistema politico: dal finanziamento ai partiti, al funzionariato diffuso, agli stipendi dei parlamentari e degli alti burocrati. Tutti i soldi risparmiati dovranno essere devoluti al finanziamento della pubblica istruzione e della ricerca. Si dovrà tornare a un sistema democratico proporzionale per l’elezione delle rappresentanze con la riduzione del numero dei parlamentari. E’ indispensabile una legge sulla democrazia sindacale, in alternativa al modello prefigurato dall’accordo del 28 giugno, che garantisca ai lavoratori il diritto a una libera rappresentanza nei luoghi di lavoro e al voto sui contratti e sugli accordi. Sviluppo dell’autorganizzazione democratica e popolare in ogni ambito della vita pubblica.
Questi 5 punti non sono per noi conclusivi od esclusivi, ma sono discriminanti. Altri se ne possono aggiungere, ma riteniamo che questi debbano costituire la base per una piattaforma alternativa ai governi liberali e liberisti, di destra e di sinistra, che finora si sono succeduti in Italia e in Europa variando di pochissimo le scelte di fondo.
Vogliamo trasformare la nostra indignazione, la nostra rabbia, la nostra mobilitazione, in un progetto sociale e politico che colpisca il potere, gli faccia paura, modifichi i rapporti di forza per strappare risultati e conquiste e costruire una reale alternativa.
Aderiamo sin d’ora, su queste concrete basi programmatiche, alla mobilitazione europea lanciata per il 15 ottobre dal movimento degli “indignados” in Spagna. La solidarietà con quel movimento si esercita lottando qui e ora, da noi, contro il comune avversario.
Per queste ragioni proponiamo a tutte e a tutti coloro che vogliono lottare per cambiare davvero, di incontrarci. Non intendiamo mettere in discussione appartenenze di movimento, di organizzazione, di militanza sociale, civile o politica. Riteniamo però che occorra a tutti noi fare uno sforzo per mettere assieme le nostre forze e per costruire un fronte comune, sociale e politico che sia alternativo al governo unico delle banche.
Per questo proponiamo di incontrarci il 1° ottobre, a Roma, per un primo appuntamento che dia il via alla discussione, al confronto e alla mobilitazione, per rendere permanente e organizzato questo nostro punto di vista.

sabato 11 dicembre 2010

È globale l'assedio ai diritti umani

È globale l'assedio ai diritti umani

Contro gli ottimisti che giurano sullo sviluppo automatico

La Stampa - TuttoLibri, 4 dicembre 2010

Non è certo un libro di lettura “comoda”, l’ultimo lavoro di Danilo Zolo, Tramonto globale. La fame il patibolo la guerra (Firenze University Press, Firenze, 2010, pp. 226, euro 17,90), ma per molteplici ragioni è il testo che ci sentiamo di raccomandare più di tutti, in questo momento in cui non sappiamo più bene in che mondo viviamo. Per esempio: non sappiamo se davvero stiamo in Afganistan per garantire la pace e i diritti umani, per difenderci (come membri della Nato) dalle minacce del “terrorismo internazionale” e per condurre una “guerra umanitaria”, e cioè giusta e meritevole di ogni sacrificio anche finanziario ai danni della nostra scuola e della nostra previdenza sociale.

I tre termini che fanno da sottotitolo, fame, patibolo, guerra, non sono scelti a caso, per suscitare orrore emotivo verso questi cavalieri dell’Apocalisse. Sono i fenomeni che, secondo Zolo, giustificano il suo pessimismo, enunciato esplicitamente nella introduzione: “L’ottimismo è viltà. Il pessimismo è coraggio”. Da studioso di scienze politiche (professore a Firenze e in varie università straniere) e anche da osservatore “impegnato” della storia contemporanea, Zolo – che si richiama molto frequentemente a Bobbio e al suo L’età dei diritti, senza però dimenticare la lezione di Carl Schmitt – dedica le tre sezioni del libro ai temi che sono stati al centro di quella riflessione di Bobbio, e cioè a un bilancio dei diritti umani, dello sviluppo della democrazia e del destino della pace, nel mondo in cui viviamo e che, secondo gli ottimisti, non necessariamente vili, in virtù della globalizzazione, avrebbe finalmente la possibilità concreta di realizzare quei valori.

Proprio la globalizzazione, invece, non solo non garantisce quegli sviluppi positivi che gli ottimisti si attendevano, ma ne minaccia in modo fatale la realizzazione dei diritti. “Oggi le venti persone più ricche del mondo dispongono di una ricchezza complessiva pari a quella del miliardo più povero” (p. 111, che richiama molti studi sul tema di Luciano Gallino).

E non si tratta solo di differenze percentuali, che potrebbero messere mitigate dall’aumento della ricchezza complessiva. “La verità è che le spese militari,le vittime civili dei conflitti e le morti per denutrizione sono aumentate negli ultimi due decenni in tragica sintonia” (p. 17): Joseph Stiglitz, ricorda Zolo, ha calcolato che in questo periodo sono aumentate di almeno cento milioni le persone che vivono in estrema povertà, mentre il reddito mondiale globale cresceva del 2,5% all’anno.

Ma come, non lo sapevamo già, tutto questo? Certo che sì, le statistiche su cui lavorano Zolo, Stiglitz, Gallino sono pubbliche; noi stessi ne leggiamo spesso nei giornali, ce lo dice persino la televisione. Non possiamo certo pensare a un immane complotto, del tipo di quello satireggiato dall’ultimo romanzo di Umberto Eco. Solo che per Zolo è ancora più difficile credere che la globalizzazione sia un processo avvenuto da sé, per lo sviluppo casuale di forze anonime (scoperte, nuove tecnologie, ecc.). Essa è l’esito delle scelte consapevoli delle maggiori potenze del pianeta, che, dando via libera alla concorrenza globale in nome di una dogmatica fede (non certo disinteressata) nel mercato, costringono gli stati nazionali a limitare i diritti dei lavoratori, a tagliare la spesa sociale, a aumentare le spese militari.

Naturalmente, gli ottimisti credono alla tesi dello sviluppo automatico della globalizzazione (così un sociologo come Bauman, citato da Zolo) e sono convinti che essa determinerà una diffusione di democrazia, pace, diritti, proprio per i suoi benefici effetti economici. Questi teorici, western globalists come Zolo ci insegna a chiamarli, includono nelle loro file pensatori del calibro di Juergen Habermas, Amartya Sen, Ralph Dahrendorf, oltre a Bauman, a Michael Walzer, Michael Ignatieff, Ulrich Beck. E’ utile fare questi nomi perché sono l’élite del progressismo democratico. Le cui aspettative sono tragicamente smentite appunto da realistico bilancio di Zolo, che proprio in questo realismo si mostra vero discepolo dell’ultimo Bobbio.

Se l’esplosione delle diseguaglianze economiche smentisce le speranze nella globalizzazione, il riconoscimento dei diritti umani è sempre più pesantemente minacciato dalla diffusione delle pretese universalistiche del common sense morale occidentale che, implicitamente per molti ed esplicitamente per alcuni come Walzer, non ha bisogno di giustificazioni, è l’etica universale tout court (vedi p. 162). A cui ricorrere per decidere su guerre giuste, azioni di polizia internazionale, interventi umanitari richiesti o anche no dalle Nazioni Unite, e gestiti sempre più autonomamente dalla Nato. Anche sul tema della pace, perciò, il nostro mondo ormai, e per ora, unipolare, è molto meno sicuro che ai tempi della Guerra fredda.

Zolo non pretende ovviamente di suggerire ricette contro questo tramonto globale delle nostre speranze. Si spinge solo a dire che se l’Europa riuscisse a diventare un vero soggetto politico autonomo, anzitutto dagli Stati Uniti, potremmo sperare in una più vivace multipolarità, magari un po’ più conflittuale ma capace di risvegliarci dal letargo e riaprire le finestre del futuro.

Gianni Vattimo

venerdì 31 luglio 2009

La nostra (vacua) democrazia

Un pezzo scritto qualche giorno (forse settimana) fa, per commentare le primarie del Pd. In esclusiva per il blog!

Anche quelli fra noi che hanno sempre pensato alle (elezioni) primarie come a un possibile toccasana contro le degenerazioni burocratiche e gerontocratiche dei partiti oggi cominciano a nutrire fieri dubbi. Non si parla certo di primarie di tipo americano, dove un partito deve scegliere il candidato alla suprema carica dello stato; il quale dunque deve corrispondere agli orientamenti della base e anche mostrare la massima capacità di battere il candidato avversario. Da come il discorso sulle primarie si sta svolgendo nel (fino ad ora) massimo partito dell’opposizione l’impressione che si trae è che qui si stia solo compiendo un altro passo sulla via del suicidio della democrazia – almeno intesa nel senso del governo della maggioranza e del principio “una testa (appunto; bah) un voto”. Non è forse vero che ormai, persino nei dibattiti che oppongono i sostenitori dei singoli candidati, ciò che emerge sempre di più è il bisogno di un capo carismatico, e cioè di qualcosa che sta all’estremo opposto del leader coscientemente votato dalla base? Se non della democrazia stessa e delle istituzioni democratiche del Paese, è più o meno prevedibile che il suicidio che si compirà sarà quello del partito che incautamente si sta abbandonando a questa vera e propria orgia di dibattito precongressuale. Ogni giorno si annuncia una nuova convention organizzata – con quali forze, con quali soldi – da questo o quell’aspirante leader. Dovremmo prevedere anche un finanziamento pubblico per questo tipo di campagne? Una volta – ahimè più di un millennio fa – queste discussioni precongressuali avvenivano nelle sezioni del (dei?) partito. Oggi simili entità non esistono più. Basta con il partito apparato eccetera. Bene o male che sia, è sicuro che la dissoluzione della vita di base del partito è una componente fondamentale della dissoluzione della democrazia, interna al partito o anche della democrazia politica tout court. Se la scelta del leader non è l’esito di una vasto processo di dibattito di base, che cosa potrà essere se non quello che è ora, la decisione su chi sia più o meno simpatico,più o meno “nuovo” (o “vuoto”, come anche si è detto)? Ci scandalizziamo (ancora?) delle veline berlusconiane, ma qui non siamo lontani da quel metodo.

Se non le primarie, che cosa? Questa domanda forse non può avere solo una risposta “tecnica”: che potrebbe arrivare fino al sondaggio telefonico tra un campione di cittadini, scelti a caso o nell’ambito degli iscritti… O addirittura al vecchio metodo del sorteggio. So che è paradossale, ma anche questo metodo avrebbe almeno il vantaggio di non obbligare gli aspiranti leader del partito a dirsene di tutti i colori di qui al congresso, contribuendo in modo potente ad accentuare tutte le divisioni interne. Chiamparino ha fatto bene a dire che si sarebbe dovuto discutere non del chi, ma del “che cosa” fare. La personalizzazione dello scontro, ancora secondo l’aureo esempio delle veline berlusconiane, serve solo a non parlare del che cosa. Non sappiamo bene che cosa vogliamo fare, ma intanto vogliamo prendere il potere: nello stato, e prima nel partito…

Come si vede chiaramente, questo problema del modo di eleggere il segretario del partito è solo uno specchio del problema ben più vasto: di come far funzionare la democrazia. Davvero il modo in cui si costruiscono le liste dei candidati in un paese come Cuba (almeno, per quanto ne sappiamo noi) è peggiore di quello che si vede in Italia? Là, se non andiamo errati, le sezioni del partito – a livello molto periferico, di quartiere addirittura – si riuniscono e votano con scrutinio palese i nomi del loro candidato; e si sale così fino alla costruzione della lista. Naturalmente si dice che questo modo di praticare la democrazia è esposto a ogni abuso: rivalità personali, manipolazione dall’alto, ecc. E certo non è il metodo perfetto. Ma vedendo quello che succede oggi in Italia – a cominciare dalle liste elettorali emanate dalle segreterie centrali, fino alla lotta per le primarie che si sta svolgendo ora nel PD – noi cominciamo a non essere più tanto sicuri che il “modello cubano”, così generalmente esecrato da tacitare ogni possibile discussione razionale – sia davvero tanto male. Per i più rigidi e pragmatici liberali potremmo cominciare a osservare che costa sicuramente meno di tutte le kermesse che si svolgono e si svolgeranno per scegliere il nuovo leader PD. E per i non molti interessati alla politica, si può osservare che lì almeno non si tratta solo di chi è più attraente e più “simpatico”. Se questa nostra è la democrazia, mostrateci qualche cosa di meno desolantemente vacuo.

Gianni Vattimo